domingo, 22 de marzo de 2009

Cesar meets ruffles verdes.

Este recuerdo debería estar muy detalladamente redactado debido a lo chido que al menos para mi es, pero como tenía creo que 5 años solo pondré lo que recuerdo.

Esto sucedió en Palo Alto, el pueblo natal de mis abuelos, tengo una imagen mental de mi hermano en la cocina de la casa de mi bisabuela, yo y mi mamá lo vemos a travez de la tela mosquitera de la puerta mientras él le dice a mi mamá que quiere unos fritos en especifico, no lo recuerdo diciendo rufles.
Luego camino con mi mamá a la tiendita, que estaba muy cerca de la casa.
No se quién lo dicidió, si mi mamá o yo, pero a mi me compró lo mismo que había pedido mi hermano, una bolsita verde con unas papas dibujadas, remontemonos a la imagen ochentera de los ruffles.
No se cuando abrí la bolsa ni cuando me comi la primera, pero se que no pedí otra cosa por al menos 2 años.
Desde entonces he sido fan de los rufles verdes.

3 comentarios:

  1. Antes sabían mejor, ahora como todas las cosas buenas de la vide fueron víctimas de la mercadotecnia (como los skwinkles clásicos o las ruffles de cebolla y crema). A mí siempre me han gustado las pringles de queso, aunque me digan que es como comida de astronauta (todo menos papa).

    ResponderEliminar
  2. ami tambien rufles verdes y adovadas ajajaj aww y los colmillos y las bolitas esas color naranja

    ResponderEliminar