Allá en Palo Alto, pueblo natal de mis abuelos estudie yo mi educación preescolar junto con todos los niños habitantes de ese pueblo.
Recuerdo 3 nombres, Lalo, Rene y Noé, que eran algo así como mis mejores amigos junto con mi primo Gerardin y mi hermano, que estaba en la primaria. Noé era el hermano menor de René, de 3 años, si no me equivoco, y a pesar de estar muy chiquito para ir al kinder nunca se quería separar de su hermano así que empezó a ir al kinder a esa edad y siempre se hacía pipi en clase, recuerdo que nadie se burlaba porque sabíamos que estaba chiquito, aunque mi mente puede estar borrando a uno que otro bully de rancho.
Y pues eramos una palomilla echa y derecha, una vez estuvimos hasta tarde afuera de casa de mi bisabuela jugando con unos arcos chafisimos que habíamos echos con ramas.
Cuando mi mamá nos trajó a Monterrey a estudiar la primaria yo deje de verlos, en vacaciones los visitaba y ellos me platicaban cosas y yo a ellos, y seguíamos siendo amigos.
Pero fuimos creciendo y las visitas se vlvieron más esporádicas hasta que ya no había visitas y solo nos veíamos de lejos y con suerte nos saludabamos, después ni eso.
Un día por ahi de mis 15 años, siendo yo un adolescente 100% citadino fui a Palo Alto a visitar a algun familiar y vi a Lalo, con botas y camisa a cuadros y un bigote ranchero adolescente, estaba recargado en una barda con más gente de nuestra edad, de seguro más compañeros mios del kiner que se me borraron de la memoria. Nos vimos a los ojos un par de segundos, luego nos sordeamos, no sé si me haya reconocido. Yo a él si lo reconocí y opté por hacer como que no.
Noé murió a los 18 años en un accidente automovilistico; Lalo, René y yo teníamos 20. No sé si Laló le haya dado el pesamé a Rene. Yo me entere por mi abuela que el hijo menor de Don Sotero se había matado en la carretera a Sabinas, Hgo; me dijo que no se acordaba del nombre, Noé, le dije yo.
Somo tan tibios
Hace 12 años
awwww.... :(
ResponderEliminarque feo...
esa es como una historia con moraleja.
sí, oye, buen post.
ResponderEliminaraquí estoy, ya casi libre. y hablando de sordearse... háblame, no te me pierdas tanto...