miércoles, 10 de junio de 2009

El tiempo se lleva todo.

Allá en Palo Alto, pueblo natal de mis abuelos estudie yo mi educación preescolar junto con todos los niños habitantes de ese pueblo.
Recuerdo 3 nombres, Lalo, Rene y Noé, que eran algo así como mis mejores amigos junto con mi primo Gerardin y mi hermano, que estaba en la primaria. Noé era el hermano menor de René, de 3 años, si no me equivoco, y a pesar de estar muy chiquito para ir al kinder nunca se quería separar de su hermano así que empezó a ir al kinder a esa edad y siempre se hacía pipi en clase, recuerdo que nadie se burlaba porque sabíamos que estaba chiquito, aunque mi mente puede estar borrando a uno que otro bully de rancho.
Y pues eramos una palomilla echa y derecha, una vez estuvimos hasta tarde afuera de casa de mi bisabuela jugando con unos arcos chafisimos que habíamos echos con ramas.
Cuando mi mamá nos trajó a Monterrey a estudiar la primaria yo deje de verlos, en vacaciones los visitaba y ellos me platicaban cosas y yo a ellos, y seguíamos siendo amigos.
Pero fuimos creciendo y las visitas se vlvieron más esporádicas hasta que ya no había visitas y solo nos veíamos de lejos y con suerte nos saludabamos, después ni eso.

Un día por ahi de mis 15 años, siendo yo un adolescente 100% citadino fui a Palo Alto a visitar a algun familiar y vi a Lalo, con botas y camisa a cuadros y un bigote ranchero adolescente, estaba recargado en una barda con más gente de nuestra edad, de seguro más compañeros mios del kiner que se me borraron de la memoria. Nos vimos a los ojos un par de segundos, luego nos sordeamos, no sé si me haya reconocido. Yo a él si lo reconocí y opté por hacer como que no.

Noé murió a los 18 años en un accidente automovilistico; Lalo, René y yo teníamos 20. No sé si Laló le haya dado el pesamé a Rene. Yo me entere por mi abuela que el hijo menor de Don Sotero se había matado en la carretera a Sabinas, Hgo; me dijo que no se acordaba del nombre, Noé, le dije yo.

2 comentarios:

  1. awwww.... :(

    que feo...

    esa es como una historia con moraleja.

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  2. sí, oye, buen post.
    aquí estoy, ya casi libre. y hablando de sordearse... háblame, no te me pierdas tanto...

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